Gracias compa por el recuerdo...
Recuerdo el griterío mientras subía las gradas y al final la luz del sol que me cegaba. Cuando pude ver me sorprendió esa enorme cancha, verde, en la que una pelota llevaba a los jugadores de un lado para otro. Desde la tribuna del Atahualpa vi un cuadro con los colores azul y rojo de mi ciudad que jugaba contra la oncena que mi papá me llevó a ver.
Cuando un par de años después me preguntaron por mi equipo, ese primer recuerdo llegó a mi cabeza y con unos escasos seis años respondí que era del Quito. Mi papá hizo todo lo posible porque me hiciera de su equipo, el que me llevó a ver aquella mañana, pero de nada sirvieron sus esfuerzos y las camisetas blancas que me compraba al final quedaron para trapeadores.
Lo que sentí por ese equipo azul y grana se dio a primera vista, como un flechazo y con los años fue creciendo un sentimiento que no es fácil de explicar. En algún momento elegí ser del Quito y domingo a domingo, año tras año, he renovado la esperanza porque desde hace 40 años que no somos campeones.
En algún momento elegí llevar la azul grana en la piel y en el alma… y en algún momento elegí ser así, vivir así, con estos dos corazones, el que late y el que sufre- y goza- cada domingo porque desde mis primeros recuerdos, yo soy del Quito.
Carlitos
lunes, 28 de julio de 2008
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